Hoy he aprendido que los viernes con sabor a domingo dan asco.
He aprendido que mirar las estrellas sola no es romántico, ni bonito, ni agradable.Por el contrario, suele hacerte sentir aun más pequeño e insignificante de lo que ya de por sí eres.
También descubrí al despertarme, que hay errores que cada vez que piensas en ellos se vuelven más patéticos, si cabe, de lo que ya eran.Luego te das cuenta de que el error no es un error, simplemente has dicho de una vez por todas la verdad, aunque no tuviese el resultado esperado.El resultado esperado...sabéis? Soy de esas que antes de tener una respuesta se monta una película en su cabeza, su propio final feliz.Luego no sale como esperas y te estampas con la realidad.En ese momento una persona normal intentaría aceptarlo, hablarlo, o incluso olvidarlo.Yo por mi parte, decidí esconderme en la cama y soñar con mi "fueron felices y comieron perdices" queriendo despertar y que todo hubiese sido un sueño, o un sueño dentro de un sueño.Pero aquí estoy, dando buenos días a la cruda realidad, ahora más palpable que nunca, pasando de reflexionar sobre mis errores.Refúgiome en la mentira de que el recuerdo de esa niña sentada en el suelo buscando en el cielo nocturno la estrella Polar, acompañada solamente de los efectos de su botella,era solo eso, una mentira, un sueño...
Y volviendo al principio, hoy he aprendido que recordar duele, espero mañana aprender a olvidar.
P.D:Los niños y los borrachos comenten errores.
P.D2: Los niños y los borrachos dicen la verdad
